Viajando a Hannover

La historia de la ciudad está marcada por sus vínculos con Inglaterra, ya que formaron una unión común entre 1714 y 1837. En ese año, la Reina Victoria ascendió al trono inglés, y como las monarcas femeninas no eran aceptadas en Hannover, la unión personal se disolvió. Después de la guerra austro-prusiana, Hannover fue anexionado por Prusia y se convirtió en una provincia del imperio prusiano. El antiguo reino de Hannover es hoy la capital del estado de Baja Sajonia.

A primera vista, puede no parecer tan interesante. Pero las apariencias engañan: la ciudad presume de una arquitectura fascinante en el casco antiguo, majestuosos jardines barrocos y uno de los museos de arte moderno más destacados de Europa.

Las ferias industriales anuales han dado a la ciudad una reputación internacional y en el año 2000, Hannover fue sede de la exposición internacional Expo 2000, que atrajo a 18 millones de visitantes.

Tras la casi total destrucción del casco antiguo en 1944, muchos monumentos históricos han sido reconstruidos y amplias áreas verdes invitan al visitante a explorar la ciudad a pie. La mejor manera de hacerlo es con un recorrido completo, que comienza y termina en la estación de tren.

El jardín barroco de Herrenhausen en la parte noroeste de la ciudad es accesible en metro. En el Museo Spengler se exhiben obras de Munch, Chagall y Picasso.