Viajando a Mannheim

Ya en el año 766, Mannheim existía como un pequeño pueblo de pescadores. En 1606, el príncipe elector Federico IV del Palatinado mandó construir una fortaleza en el lugar, en la confluencia de los ríos Rin y Neckar. Una ciudad comercial que surgió en las cercanías pronto obtuvo sus derechos de ciudad.

Después de repetidas devastaciones, la ciudad fue reconstruida en estilo barroco durante el gobierno del príncipe elector Juan Guillermo. El plano de la ciudad sigue el patrón barroco regular que predominaba a comienzos del siglo XVIII, cuando la ciudad se dividió en 136 cuadrículas. En 1720, el príncipe elector Carlos III Felipe decidió trasladar su residencia de Heidelberg a Mannheim y se colocó la primera piedra de un palacio barroco en el lugar de un antiguo castillo. Con más de 400 habitaciones, se convirtió en uno de los palacios más grandes y fastuosos de Alemania, inspirado en el palacio de Versalles.

En Mannheim, han nacido muchas invenciones que luego se han integrado en la vida cotidiana. En 1817, el barón Karl Friedrich von Sauerbronn demostró su primera bicicleta aquí, y en 1886 Carl Friedrich Benz presentó su primer automóvil, fabricado en una fábrica cercana.