Viajando a Montignac

En el suroeste de Francia se encuentra Montignac. La zona es más conocida por la Cueva de Lascaux con impresionantes pinturas rupestres de entre 17,000 y 15,000 a.C. La cueva se ubica en el valle del Vézère en Dordoña, aproximadamente a 25 km de Montignac. La Cueva de Lascaux está en la lista de patrimonio mundial, y las pinturas representan caballos salvajes, renos, ciervos y bisontes de estepa, entre otras figuras simbólicas y patrones geométricos. Las pinturas están bellamente realizadas en colores rojo oscuro, rica ocre y negro.

Lo primero que notarás al llegar a Montignac es el río Vézère, con su hermoso puente de piedra de 1766, y las casas con balcones adornados a lo largo del río. Es popular pasear por el río y continuar a través del pueblo. En el camino, hay varios sitios de interés y edificios hermosos para detenerse y admirar. En el centro (en la Rue du Quatre Septembre) se encuentra la Chapelle Saint-Jean-l’Évangéliste, una capilla del siglo XIII. Al lado está la oficina de turismo y en el mismo edificio encuentras una exclusiva tienda de artesanías.

Otro lugar de interés es el Couvent des Clarisses, un antiguo convento del siglo XVIII con vistas excepcionales del río y los tejados desde el piso superior. Château de Montignac es un castillo en la región que también merece una visita. La mayoría de los edificios en la Rue de la Pegerie datan del siglo XIV con impresionantes construcciones de madera. En esta calle, se dice que la casa número 1 perteneció a Jeanne d'Albret (Juana III), madre del rey de Francia Enrique IV.

En tu paseo por el pueblo, también encontrarás varios pubs, bares y restaurantes encantadores, donde puedes hacer una pausa, beber vino local y disfrutar de las delicias de la región.