Viajando a Heringsdorf

Usedom es, con sus 445 km², la segunda isla más grande de Alemania. Ubicada en el noreste del país junto a su isla hermana polaca, Wolin, Usedom se distingue por tener el mayor número de horas de sol en Alemania.

Al igual que perlas en un collar, las estaciones balnearias de Usedom se suceden a lo largo de la playa, cada una más hermosa que la anterior. Al fondo se encuentran bosques sombreados, marcados por la dura lucha que los árboles enfrentan contra los vientos invernales. Es fácil entender por qué esta isla se ha convertido en un paraíso vacacional. Ya a finales del siglo XIX, la nobleza estaba encantada con el fresco verano de esta estrecha isla en el mar Báltico. Especialmente quienes vivían en la capital, Berlín, se dirigían a Usedom. En poco tiempo, muchas aldeas de pescadores tranquilas se transformaron en exclusivas metrópolis de entretenimiento de formato europeo, convirtiendo a la isla en la "bañera" de Berlín. En Ahlbeck, Heringsdorf y Bansin, el emperador Guillermo II pasó bastante tiempo, razón por la cual estos lugares aún se conocen como "balnearios imperiales".

En todas estas localidades se vuelve a pulir la imagen construida durante el auge de los balnearios, con un encanto nostálgico y cultivado. Detrás de las fachadas cuidadosamente restauradas se encuentran hoteles confortables y acogedoras pensiones. Además, han surgido modernos centros de salud, como Ostseetherme Usedom (Balneario del Báltico) en Heringsdorf, un complejo acuático con numerosas instalaciones terapéuticas. Para el descanso activo está el largo carril bici que se extiende paralelo a la playa, junto al interior verde de la isla con sus numerosos lagos azules.

En el fondo marino frente a la isla, dicen que yace Vineta. Al menos, eso se ha creído hasta ahora. Sin embargo, los científicos suponen que la que alguna vez fue la ciudad más rica de nuestro lado del mundo está en algún lugar del agua frente a Barth. Todos están de acuerdo en una cosa: el comercio hizo ricos a los habitantes de Vineta, luego derrochadores y finalmente desleales. Hoy en día, la ciudad resurge cada verano en un espectáculo colorido en el escenario de Zinnowitz. Durante el mes de septiembre, diversos conciertos de spa forman parte del festival de música de Usedom, proporcionando un entretenimiento elegante y lleno de ambiente en las estaciones balnearias de la isla.