Explora Islandia y las Islas Feroe: un viaje nórdico a través de paisajes dramáticos

Inicia tu viaje en Reikiavik, la animada capital de Islandia y un centro de cultura y aventura. Pasea por sus coloridas calles, visita la icónica iglesia de Hallgrímskirkja y sumérgete en la historia islandesa en el Museo Nacional. No te pierdas un baño en la famosa Laguna Azul, a un corto trayecto en coche de la ciudad.

Desde Reikiavik, dedica un día a explorar el famoso Círculo Dorado, una ruta imprescindible que muestra algunas de las maravillas naturales más espectaculares de Islandia. Visita el Parque Nacional Þingvellir, un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO donde se encuentran las placas tectónicas de América del Norte y Eurasia. Presencia el poder explosivo del géiser Strokkur en el área geotérmica de Geysir, y maravíllate con la belleza atronadora de Gullfoss, una cascada dramática que se precipita en un cañón accidentado.

Continúa tu aventura islandesa con un viaje a Vik en la costa sur. Este pequeño pueblo está rodeado de algunos de los paisajes más icónicos del país. Visita la playa de arena negra de Reynisfjara, con sus dramáticas columnas de basalto y sus rugientes olas. Cerca, las poderosas cascadas de Skógafoss y Seljalandsfoss ofrecen oportunidades perfectas para tomar fotos. Para una experiencia verdaderamente única, aventúrate en las profundidades azules brillantes de una cueva de hielo, una maravilla natural impresionante disponible estacionalmente.

A continuación, vuela a las Islas Feroe, un paraíso remoto en el Atlántico Norte. Alójate en Tórshavn, la encantadora capital de las islas. Pasea por el histórico distrito de Tinganes, explora el arte y la cultura en la Casa Nórdica, o saborea mariscos frescos en los restaurantes locales. La ubicación central de Tórshavn la convierte en una base ideal para explorar las islas.

Desde Tórshavn, haz una excursión de un día a Gjógv, un pintoresco pueblo conocido por su garganta natural de mar. La propia conducción ofrece vistas impresionantes de colinas verdes ondulantes, acantilados dramáticos y innumerables ovejas pastando en los pastos abiertos. En Gjógv, camina hasta los miradores cercanos para vistas panorámicas o simplemente disfruta de la serena belleza de este tranquilo lugar.