Korčula

En este viaje disfrutará del sol y la natación, pero también tendrá la oportunidad de conocer pequeñas ciudades encantadoras con una historia apasionante.

Itinerario sugerido:
Vuele a Split, la segunda ciudad más grande de Croacia. El autobús del aeropuerto le llevará fácilmente al centro de la ciudad, desde donde salen los transbordadores al archipiélago croata.

Si se llega por la mañana, puede merecer la pena disfrutar un poco de Split antes de tomar el ferry hasta el alojamiento. Jadrolinija y Krilo son las compañías que ofrecen más rutas en ferry, y en sus páginas web podrá encontrar con antelación los horarios de un ferry adecuado.

Si dispone de poco tiempo en Split, pero quiere aprovechar al máximo su estancia, atraviese la puerta de la ciudad donde termina el aparcamiento de autobuses y pasará por una pequeña zona de mercado hasta llegar a una pequeña plaza donde se encuentra la catedral de Split. Es una de las catedrales más antiguas de Europa, se construyó en el siglo III y también sirve de mausoleo del emperador romano Diocleciano. Gire a la izquierda en el extremo de la plaza para llegar a otra un poco más grande: Narodni Trg. Aquí podrá disfrutar de un helado o ir a la confitería Kraš a comprar comida ambulante.

Si prefiere relajarse mientras espera el ferry, el paseo marítimo de Riva, con sus numerosos bares, es una buena alternativa.

Después de coger el ferry a Korčula, puede ir andando, en autobús o en taxi hasta su alojamiento, dependiendo de dónde se aloje. Póngase en contacto con su alojamiento con antelación para saber cuál es la mejor manera de llegar.

En Korcula:
Bienvenido al paraíso Tanto si elige alojarse en el encantador centro de Korcula como en el pequeño pueblo pesquero de Brna o en cualquier otro lugar de la isla, le recibirá un mar azul claro, buena comida y, con suerte, buen tiempo.

Hay mucho que hacer en Korcula y sus alrededores para los que quieran ser activos, pero tampoco hay nada malo en relajarse en una tumbona. Si quiere hacer algo emocionante por la noche, no deje de visitar la ciudad de Korčula, una ciudad medieval con una muralla que rodea el casco antiguo. Siéntate en un acogedor restaurante y contempla la multitud mientras sientes el pulso de la historia y reflexionas sobre los millones de personas que han caminado por estos adoquines: ¡se dice que Marco Polo nació en esta ciudad!

Korčula también es conocida por sus buenos vinos y encontrará muchas bodegas de calidad en la isla, sobre todo en los alrededores de los pueblos de Smokvica y Čara. Pruebe el Perro Dálmata, que ofrece tanto catas de vino como la oportunidad de comprar una o dos botellas. Si desea salir de la isla para una excursión más corta, hay barcos de excursión a varios lugares cercanos, dependiendo del lugar de la isla donde viva. Algunas de las más populares van a la península de Peljesac o a la isla de Lastovo, ambas con grandes posibilidades para nadar.

Cuando llegue la hora de volver a casa, asegúrese de que dispone de tiempo suficiente para no tener que apresurarse a coger su vuelo. Si su vuelo sale temprano, puede valer la pena pasar la última noche en tierra firme, por ejemplo en la acogedora Trogir. Puede añadirlo fácilmente a su reserva.