Tres paradas - tres caras de Mallorca
Viajar en coche por Mallorca te da la libertad de ver más que solo playas. En esta ruta obtienes tres experiencias diferentes: tranquilas calas en Cala San Vicente, verdes montañas en Port de Sóller y el vibrante ritmo urbano en Palma de Mallorca. Un viaje por carretera en Mallorca es perfecto para quienes desean descubrir la isla a un ritmo agradable, con tiempo tanto para desvíos como para la tranquilidad.
Cala San Vicente – descanso junto al mar
El viaje comienza en el extremo norte, en Cala San Vicente. Un pequeño balneario con aguas cristalinas, calas tranquilas y un ritmo relajado. Aquí comienza tu viaje con un baño matutino, snorkel y cena con vista al mar.
Las noches son tranquilas pero encantadoras. Siéntate en un acogedor restaurante para disfrutar de pescado fresco con vistas a la cala, o toma una bebida en la terraza mientras el sol se pone detrás de las montañas.
Si necesitas un poco de variedad, solo hay un viaje en coche de aproximadamente un cuarto de hora hasta Pollença, donde puedes pasear por calles empedradas y subir la escalera hasta Calvari para disfrutar de una hermosa vista de todo el valle.
Port de Sóller – caminatas y vida cotidiana en las montañas
Cuando giras hacia el valle de Sóller, el paisaje cambia. El camino serpentea a través de huertos de naranjos y colinas altas, y cuando llegas a Port de Sóller, o Puerto de Sóller como también se le llama, te espera el mar, rodeado de montañas por todos lados. Aquí es fácil combinar el baño con experiencias naturales.
Toma el tranvía hasta la ciudad de Sóller para el mercado en la plaza y café entre los lugareños. Camina por el antiguo sendero hasta Deià, uno de los pueblos más famosos de Mallorca, o alquila una bicicleta eléctrica y explora los alrededores.
No te pierdas Fornalutx, a menudo llamado el pueblo más bonito de Mallorca, a solo 15 minutos en coche. Por las noches, la gente se reúne en el puerto para cenar con vistas al agua.
Palma de Mallorca – termina con vida urbana
Tu viaje por carretera en Mallorca termina con un par de noches en Palma, donde fácilmente te acomodas entre bares de tapas, galerías de arte y paseos junto al mar.
El casco antiguo es perfecto para explorar a pie, con callejones estrechos, patios y edificios históricos de arenisca. No te pierdas una visita a la catedral de La Seu, que se eleva hacia el cielo, impresionante tanto por fuera como por dentro. Cerca también hay varios museos y galerías para quienes desean profundizar en el arte y la historia.
Para quienes les gusta moverse, hay tanto carriles bici junto al agua como la posibilidad de hacer kayak en las tranquilas aguas cerca de la costa. ¿Y si quieres relajarte? Siéntate en una plaza, pide algo refrescante y deja que la ciudad pase a tu alrededor.
Diseña tu propio viaje por carretera en Mallorca
Lo mejor de Sembo es que puedes personalizar tu viaje como desees. ¿Quieres más vida y movimiento? Cambia Cala San Vicente por Port de Pollença o Alcúdia. ¿Eres más una persona de ciudad que una cabra montés? Añade una noche en Palma para más tiempo entre tiendas, restaurantes y cultura. Y si te gusta el vino, haz una parada en alguna de las bodegas en Binissalem, en el camino entre Sóller y Palma.
Un paquete turístico y un arreglo vinculado ofrecen a los viajeros diferentes procesos de reserva, pero brindan la misma protección bajo la Ley de Viajes Combinados, asegurando los derechos del cliente y la tranquilidad durante el viaje.